Cómo organizar tu vida

Mantener la vida en orden a menudo se siente como un gran acto de malabarismo. Tan pronto te mueves para atrapar una bola (tus finanzas, compromisos familiares o salidas con amigos), la siguiente bola se precipita hacia ti. Lamentablemente, algunas bolas están destinadas a caer: semanas en las que no priorizamos el sueño, comemos comida rápida en lugar de seguir un plan de alimentación sano y hacemos tareas de bajo impacto en lugar de centrarnos en hacer trabajo profundo.

En lugar de lanzar al aire las tareas de tu vida, esperando que de alguna manera logres atraparlas todas, sigue un esquema de trabajo que te ayude a mantener todos los aspectos de tu vida en orden.

Esta guía cubrirá 10 reglas para organizar realmente tu vida. Y para mantenerla organizada. Luego veremos cómo puedes aplicarlas en todas las áreas que son importantes para ti: trabajo, educación, negocios, hogar, salud y estado físico, finanzas y relaciones. 

El resultado es hacer más con menos estrés. Menos malabares y más calidad de vida. 

El esquema ‘Organiza tu vida’

Las reglas pueden sentirse como algo rígido y sin gracia: haz esto, no eso. Pero en realidad, seguir una serie de pautas en la vida puede ser liberador. Cuando tenemos un conjunto predeterminado de formas en las que aspiramos actuar, limitamos la parálisis del análisis que acompaña nuestras elecciones, y la agonía que produce la indecisión. Eso no quiere decir que la vida no deba tener un poco de azar, y por eso incluimos “Experimenta” como parte de este esquema, de manera que puedas disfrutar de esos felices accidentes de la vida sin sentir que todo se está saliendo de control. 

Al seguir sencillas reglas y aplicarlas todo el tiempo, organizarás tu vida de modo que traiga calma a tus días y orden a tus semanas.

1. Adquiere hábitos y crea una rutina

Todos tenemos hábitos que se han cristalizado en nuestra vida a lo largo de los años y rutinas que determinan nuestras acciones de forma inconsciente. La pregunta es si estos hábitos son intencionales o simplemente son el resultado de la inercia. 

Los buenos hábitos favorecen el éxito en el largo plazo y nos hacen sentir bien. Los malos hábitos nos roban nuestro tiempo, salud, felicidad y dinero. Evalúa los hábitos en tu vida y decide qué está funcionando, qué debes abandonar y qué nuevos hábitos te ayudarían a alcanzar tus metas. 

• ¿Pasas horas al día revisando publicaciones de Instagram?
• ¿Tus estados bancarios mensuales contienen más pagos por comidas para llevar de los que te gustaría admitir?
• ¿Podrías estar empleando tu tiempo libre en hacer más actividad física?

Adquirir buenos hábitos no es fácil. En el libro de James Clear, Hábitos atómicos el autor recomienda tener una razón de peso de por qué queremos desarrollar un cierto hábito:

“En última instancia, tus hábitos son importantes porque te ayudan a convertirte en el tipo de persona que deseas ser. Son el canal a través del cual desarrollas tus convicciones más profundas respecto a ti mismo/a. Literalmente, te conviertes en tus hábitos.”

Una vez que tienes los hábitos que quieres en tu vida, agrúpalos en una rutina diaria que te mantenga productivo/a. Cuando tienes buenos hábitos y puedes combinarlos en una rutina sólida, dependes menos de la efímera motivación y no queda espacio para la postergación y la distracción. 

2. Planifica con anticipación

La vida tiene giros y cambios impredecibles, pero un poco de planificación hace una gran diferencia. Un administrador de tareas como Todoist y un calendario son las herramientas que necesitas para pensar y planificar con anticipación y organizar tu vida. 

Reserva tiempo para planear tus días y semanas. Cuando sabes qué día debes hacer esa presentación en tu oficina, puedes trabajar “hacia atrás” y añadir los pendientes a tu administrador de tareas para conseguirlo. Si registras en tu calendario cuándo son las reuniones de padres en la escuela o colegio de tu hijo/a, puedes estar más tranquilo/a al saber que no estás pasando nada por alto. 

Estos son algunos consejos de planificación:

• Planifica y programa también las cosas pequeñas. ¡Estas suman! (por ej., lavar la ropa, organizar tu escritorio, etc.)
• Dedica una hora a la semana a planificar tu semana (por ej., los viernes por la tarde o los lunes por la mañana.)
• Sobrestima el tiempo que te tomará realizar una tarea.
• Prueba a reservar bloques de tiempo en tu día.

En 168 Horas: Tienes más tiempo del que creesde Laura Vanderkam, ella destaca la importancia de planificar tu semana:

“… bloques bien planificados de 168 horas son lo suficientemente grandes para hacer trabajo de tiempo completo, mejorar tu participación en el núcleo familiar, priorizar el tiempo libre, permitirte más horas de sueño y todo lo demás que es verdaderamente importante.”

Por supuesto, la parte esencial de la frase es “bien planificados”. Al programar todo en tu calendario y añadir todos tus pendientes a tu lista de tareas, puedes trabajar dentro de los límites de tu semana para darle atención a todo lo que es importante para ti.

3. Acepta tus inclinaciones naturales

“El mejor libro es aquel que no puedes dejar de leer. El mejor ejercicio es aquel que disfrutas hacer todos los días. La mejor comida saludable es la que tú encuentras sabrosa. El mejor trabajo es aquel que harías gratis.” – Naval Ravikant

Organizar tu vida y elaborar cuidadosamente tus hábitos y rutinas puede convertirse rápidamente en un ejercicio contraproducente en una vida llena de aspiraciones. 

• “Debería levantarme las 5am todos los días.”
• “Realmente debería volverme vegano/a.”
• “No voy a ver más películas.”

¿Los únicos problemas? eres una persona nocturna y tu mejor trabajo lo haces a la medianoche, te mueres por un buen filete y el cine es tu forma favorita de relajarte. Para organizar tu vida, elige hábitos que coincidan con tus inclinaciones naturales. Sé realista respecto a ti mismo/a y acepta aquello a lo que verdaderamente te puedes comprometer en el largo plazo. 

Estas son algunas áreas en las que puedes inclinarte hacia tu estado natural:

• Si no te gusta planchar, compra ropa que esté hecha de materiales que no se arruguen.
• Si detestas ir al gimnasio, únete a un equipo deportivo recreativo.
• Si no te gusta leer, escucha podcasts y ve documentales.

Si optas por el camino de menor resistencia, puedes ahorrarte el tiempo de tratar de adoptar algo que odias y simplemente decidirte por algo que disfrutes. 

4. Repetición en lugar de perfección

Para muchas personas, una actitud de “todo o nada” puede ser una fuente de auto-sabotaje. Cuando no cumplimos con las expectativas poco realistas que nos propusimos, nos rendimos completamente. Al entender el impacto del progreso gradual y el poder del esfuerzo compuesto, podemos ser más realistas y sacar más provecho de la vida.

El primer paso es crear planes realistas que se adapten a nuestro estilo de vida: 

Los planes poco realistas nos exponen a una avalancha de vergüenza y arrepentimiento cuando, al final, no logramos conseguir nuestro objetivo. Haz que la repetición se convierta en una parte esencial de tu vida y acostúmbrate a la imperfección. Al optar por un esfuerzo continuo hacia una meta realista, creamos más espacio para todo lo que queremos hacer en la vida. 

5. Encuentra el equilibrio

En nuestro intento por hacer todo y organizar nuestras vidas perfectamente, a menudo rompemos el equilibrio. En lugar de irte a dormir para recuperarte, te quedas levantado programando hasta altas horas de la noche. En lugar de reunirte con tus amigos, estudias todo el fin de semana para un examen. 

Aunque esta estrategia puede funcionar en el corto plazo, a medida que pasa el tiempo, sus efectos negativos comenzarán a sentirse: estrés, fatiga y letargo. En lugar de eso, prioriza la sostenibilidad en el largo plazo gracias a un buen equilibrio y autocuidado.

Estas son algunas estrategias a considerar:

• Evita extralimitarte y pasar demasiado tiempo trabajando.
• Prioriza la actividad física para beneficiarte de sus efectos positivos sobre el estado de ánimo.
• Intenta meditar, llevar un diario o cultivar una práctica de gratitud.
• Pasa tiempo con tus amigos y familiares.
• Despeja tu mente con una buena película o libro.
• Asegúrate de estar durmiendo lo suficiente y evita pasar noches en vela a toda costa.

Además de tomarte pausas en el día a día para respirar, haz tiempo para descansos más largos. Como mínimo, procura tomarte pausas de una semana lejos del trabajo al menos una o dos veces por año. Si recargas tus baterías de forma regular, podrás estar realmente presente en el trabajo y en la vida, para ti mismo/a y para otras personas que dependen de ti.

6. Prioriza apropiadamente

“Puedes hacer cualquier cosa, pero no todas las cosas” – David Allen

Una forma de sobrellevar más fácilmente las demandas normales de la vida es dejar caer algunas bolas intencionalmente. Para hacerle espacio a aquellas cosas que son realmente importantes para ti, aprende a decir “no”. 

La priorización es una herramienta clave en el arsenal para organizar tu vida. Hacer todo es imposible y priorizar lo que es crucial está a tu alcance. Al negarse a hacer aquello que no contribuye a tus metas más elevadas, puedes concentrarte en lo que realmente importa.

Esta es una idea de qué puedes priorizar y qué no:

Decide cuál es la tarea más importante de cada día y dale prioridad. Al tener un fuerte sentido de lo que es y no es importante, puedes tomar decisiones más eficientes sobre dónde poner tu tiempo y energía.

7. Ordena y simplifica

Es difícil sentirse organizado/a cuando tu mente es un caos, al igual que tu oficina y casa. Permanece siempre atento/a a las oportunidades que tengas para hacer espacio: física, digital y mentalmente.

Parte del caos que percibimos en nuestra vida es porque tenemos demasiadas cosas, demasiado para hacer, demasiado para pensar. Al momento de organizar tu vida, toma esto en consideración: menos es más. 

8. Mide tu progreso

Sin importar si tus metas son grandes o pequeñas, es importante medir tu progreso. Hay un inmenso poder en saber qué está funcionando y qué no. Puedes dedicar más tiempo de tu vida a actividades que te ayuden a alcanzar tus objetivos y descartar aquellas que no están teniendo verdadero impacto. 

Estas prácticas te ayudarán a medir tu progreso:

• Haz una revisión semanal para evaluar la semana en curso y purgar tu lista de tareas hasta dejar únicamente lo esencial.
• Prueba el método de auto-cuantificación y mide tu progreso en todas las áreas de tu vida, desde el número de pasos que das por día hasta las horas de sueño que logras.
• Implementa un formato como el de objetivos y resultados clave (OKRs en inglés) para tus objetivos laborales y personales.
• Registra el tiempo que eres productivo/a y el que te distraes en línea con RescueTime

9. Automatiza o subcontrata

Los hábitos automatizan tu proceso de toma de decisiones. La tecnología puede automatizar tus tareas repetitivas. Organiza tu vida estableciendo automatizaciones que eliminen el esfuerzo activo y te ahorren tiempo y energía. 

Piensa en las áreas de tu vida donde gastas tiempo haciendo trabajo manual que una aplicación o un sitio web podrían hacer por ti. Por otro lado, considera las situaciones en las que subcontratar a alguien podría ahorrarte tiempo.

Seguramente hay algunas tareas del trabajo o tu vida que podrías automatizar:

• Finanzas (por ej., pagar tus cuentas, revisar tus inversiones, etc.)
• Trabajo (por ej., enviar emails, coordinar proyectos, hacer reservas, etc.)
• Hogar (por ej., hacer compras, preparar comidas, armar muebles etc.)

Discutiremos en secciones posteriores los métodos de automatización y subcontratación que puedes utilizar en cada una de estas áreas. 

10. Experimenta

El último punto de nuestro esquema para Organizar tu vida es uno de los más emocionantes: ¡prueba cosas nuevas y busca experiencias novedosas! El hecho de que seas organizado/a, no significa que no puedas permitirte algo de desordenada espontaneidad. 

A veces las cosas no salen bien. Otras veces se estancan. Esos son los mejores momentos para introducir novedad a nuestras vidas y sacudirnos de una rutina que simplemente ya no funciona. 

Hay muchas formas de escapar de las rutinas y evolucionar en el proceso:

Estar permanentemente abierto/a a la experimentación traerá emoción a tu vida y te liberará de periodos de estancamiento.

Cómo aplicar el esquema

Ahora que ya sabes los 10 aspectos del esquema para Organizar tu vida, puedes aplicarlo a diversas áreas. Al tener algunas pautas específicas, puedes abordar cada área con más confianza y menos estrés. 

Trabajo

Seguramente pasas la mayor parte del día trabajando. El trabajo es alrededor de lo que la mayoría de la gente organiza su vida. Hay interminables conversaciones sobre cómo organizar el tiempo que no estás trabajando: temprano en la mañana, durante las pausas para el almuerzo y tarde en la noche. Se le presta menos atención a cómo la gente debería organizar sus días laborales y sacar el máximo partido a las ocho horas que probablemente estás pasando en un escritorio. 

Para mantenerte productivo/a en el trabajo, debes seguir las mismas reglas ya sea que trabajes en una oficina, trabajes desde tu propia casa o tengas tu propio negocio.

Organiza tu vida en el trabajo

[Aplica las lecciones de Ordena, Prioriza, Automatiza o subcontrata y Equilibra.]

Ordena tu escritorio, bandeja de entrada y administrador de tareas. Es difícil concentrarse o terminar cualquier cosa si no sientes que tienes todo en orden. Un escritorio lleno de documentos sueltos y tazas de café usadas es poco propicio para la concentración. Una bandeja de entrada o un administrador de tareas que no esté organizado no nos permite estar seguros respecto a lo que debemos hacer a continuación. Programa tiempo de forma regular para pasar del caos a la claridad.

• Ordena tu escritorio y cierra todas tus pestañas y aplicaciones al final de cada día laboral. De esta manera, empiezas de cero todos los días. 
• Haz tu mejor esfuerzo por alcanzar inbox zero al final de cada día, incluso si esto significa archivar mensajes sin leer.
• Tómate 10 minutos al final de cada día para organizar tu lista de tareas para el siguiente día como parte de una rutina para cerrar tu jornada laboral.

Prioriza el trabajo profundo. Ma mayoría de la gente cae en el error de concentrar su energía en las cosas urgentes del trabajo, en lugar de concentrarse en el panorama general, en el trabajo de alto impacto. Pero son los proyectos de alto impacto los que te consiguen ascensos o llevan tu empresa al siguiente nivel. Organiza tu día empezando con una sesión de trabajo profundo centrado en lo que realmente deberías estar haciendo para cultivar más clientes, conseguir una gran venta, etc. Después de eso, puedes dedicarte a todo lo demás: emails, reuniones, etc. 

Busca oportunidades de automatización y subcontratación. Hacemos nuestro mejor trabajo cuando estamos en lo que Gay Hendricks llama “nuestra zona de genialidad”, el área de concentración que utiliza nuestras mejores habilidades y las capacidades innatas. Idealmente, todo lo demás debería ser automatizado o subcontratado. 

• Utiliza fragmentos de plantillas de email para automatizar los mensajes que envías de forma regular.
• Si eres dueño/a de un negocio y puedes pagar a alguien para que te ayude, contrata a un/a asistente administrativo/a virtual para que coordine tus citas y viajes.
• Como gerente, delega tareas y proyectos a miembros del equipo que puedan tener habilidades más especializadas.

Equilibra tus metas laborales con la vida. El agotamiento viene cuando la ambición supera el equilibrio. Aunque puede ser que ames tu trabajo y estés concentrado/a en adquirir maestría, asegúrate de sacar tiempo para descansar y recuperarte. Los mejores competidores a nivel físico a menudo duermen más de 9 horas todas las noches. Entrena como un deportista: trabaja arduamente, pero prioriza el tiempo de descanso. 

• Haz tu mejor esfuerzo durante el día, pero vete de la oficina a tiempo.
• Desconéctate los fines de semana y pasa tiempo con familiares y amigos.
• Evita enviar emails o chatear con tus compañeros sobre trabajo después de tu horario laboral.
• Cada año, reserva tiempo libre para tomar vacaciones y recargarte.

Hogar

Tu casa es el lugar donde sucede todo. Desde lavar los platos hasta las cenas y celebraciones, mantener tu casa limpia y en orden es un trabajo no remunerado que nunca termina. Sin embargo, si eres diligente y practicas algunos trucos de subcontratación, administrar tu hogar puede ser un poco más fácil. 

Organiza tu vida en casa

[Aplica las lecciones de Hábitos, Ordena y simplifica y Automatiza o subcontrata.]

Desarrolla hábitos para dirigir tu hogar eficientemente. Quejarme de las pocas tareas domésticas que tenía que hacer cuando era niña parece divertido ahora que todas las tareas son mi responsabilidad. Crear hábitos regulares puede ayudarte a garantizar que esas tareas nunca se te salgan completamente de control. Haciendo un poco diaria, semanal y mensualmente, puedes mantener todo funcionando sin problemas. 

• Desarrolla hábitos domésticos diarios como tender la cama, doblar tu ropa limpia inmediatamente y lavar la loza antes de irte a dormir. 
• Desarrolla hábitos domésticos semanales como clasificar tu correo, aspirar y ordenar tus cajones. 
• Desarrolla hábitos domésticos mensuales como hacer una limpieza profunda, cambiar los filtros del aire y lavar las alfombras.

Todo esto puede ser abrumador y difícil de recordar. Utiliza un administrador de tareas como Todoist para crear tareas periódicas diarias, semanales y mensuales, de modo que puedas hacer espacio en tu memoria. 

Ordena tu hogar. No es difícil que una casa se desordene. Algunas tazas sucias aquí, algo de ropa sin doblar allá, esos zapatos que no te has puesto en años pero que podrías necesitar algún día… y de repente, tu casa es un desastre. Saca tiempo habitualmente para deshacerte de lo que no necesitas o no traiga felicidad a tu vida. 

• Revisa regularmente tu despensa y refrigerador en busca de artículos viejos o vencidos.
• Dona ropa, juguetes y libros que ya no utilices. 
• Deshazte de las ollas, herramientas y sartenes de tu cocina que ya no utilices.

Automatiza y subcontrata responsabilidades y trámites. Vivimos en una época muy cómoda y debes aprovecharlo. Con ayuda de la tecnología o de otras personas, puedes reducir el estrés de administrar tu hogar. 

• Prueba los servicios de entrega de comestibles en lugar de ir de compras.
• Contrata personas para que te ayuden con la limpieza, el jardín o la manutención de la casa.
• Contrata a alguien para que te haga tus impuestos y lleve tu contabilidad.

Por supuesto, la contratación externa tiene un costo. Si esto no está dentro de tu presupuesto, delega las tareas de manera tradicional: pidiéndoselas a tus compañeros de vivienda u oficina, y a tus hijos. Haz que todos en tu casa contribuyan a su mantenimiento. Aclara las responsabilidades de cada uno asignándoselas formalmente. 

Salud y estado físico

Hacer tiempo para llevar un estilo de vida saludable se refleja y multiplica en todos los demás aspectos de tu vida: mejoramos en nuestro trabajo, podemos estar más presentes para nuestros seres queridos y nos sentimos más motivados para enfrentar otros desafíos de la vida. Lamentablemente, también es lo primero que dejamos de lado cuando el estrés la vida cotidiana toma el control. 

Si hacemos nuestro mejor esfuerzo todos los días, en vez de optar por un enfoque de todo-o-nada, podemos lograr un equilibrio en lo que se refiere a la salud y el estado físico. 

Organiza tu salud y estado físico

[Aplica las lecciones Inclinaciones, Equilibra, Prioriza y Mide tu progreso.]

Sigue tus inclinations inclinaciones en cuanto a dieta y estado físico. En lugar de obligarte a adaptarte a las últimas tendencias en dieta y estado físico, haz lo que sientes que es mejor para ti. Seguramente hay un puñado de verduras que te gustan y alguna forma de actividad física que disfrutas. Personaliza tus comidas y rutinas de ejercicio para que no se sientan como una tortura. 

• En lugar de ir al gimnasio, únete a un grupo de senderismo para que puedas ejercitarte al aire libre con otras personas.
• Deja de lado los “alimentos dietéticos” insípidos y busca variaciones saludables de los alimentos que te gustan.
• Si odias madrugar a hacer ejercicio, haz un poco de actividad física a lo largo del día en sesiones breves.

Practica el equilibrio cuando tomes decisiones sobre comida sana. Este es un área donde “suficientemente buena” es casi siempre más sostenible que “perfecta”. Por ejemplo, sigue la regla 80/20 cuando comas: lleva una dieta sana el 80% del tiempo y permítete algunos antojos el 20% del tiempo. Lo mismo aplica en el ejercicio: asegúrate de estar tomando suficientes días de descanso para que tu cuerpo se pueda recuperar.

Prioriza la salud y el ejercicio. IPor estar en el ciclo vicioso de “tengo muchas cosas que hacer”, a menudo abandonamos hábitos saludables (que quizá requieren tiempo) cuando nos sentimos estresados por el trabajo y la vida en general, solo para sentirnos más estresados cuando no tengamos mecanismos para liberar el estrés o una alimentación sana que nos aporte la energía que necesitamos. Mantén hábitos saludables como cocinar o caminar diariamente en la parte superior de tu lista de prioridades. 

• Dedica unas horas del fin de semana a preparar las comidas del resto de la semana y asegúrate de que tu refrigerador esté abastecido con opciones saludables. 
• Agenda tus sesiones de ejercicio en tu calendario y trátalas como citas importantes (contigo mismo/a).

Establece y mide tus objetivos de ejercicio. Con frecuencia puedes hacer que el ejercicio sea divertido. Para mantener la motivación, registra tus entrenamientos y sigue tu progreso en el tiempo: 

• Usa aplicaciones como Strava para hacerle seguimiento a tus carreras
• Utiliza algún dispositivo para contar tus pasos
• Registra el peso que levantas y RPs (tus récords personales)

Finanzas

El dinero puede comprar libertad financiera y tranquilidad. Pero también puede comprar un montón de cosas que no necesitamos. Al organizar tus finanzas con cuidado, puedes garantizar tu futuro sin privarte de nada en el presente. 

Organiza tus finanzas

[Aplica las lecciones de Planificación, Repetición en lugar de perfección, Mide tu progreso, Automatiza y subcontrata.]

Planifica tu flujo de dinero. Familiarízate con la administración de tu dinero mediante la elaboración de presupuestos. Comprende tu ingreso neto y crea un presupuesto que incluya gastos fijos, gastos variables, deudas y ahorros. Crea un presupuesto mensual que los tenga en cuenta. 

• Asegúrate de incluir todo en tu presupuesto: cuidado de los niños, alquiler o hipoteca, seguros, comida, servicios públicos, fondo de emergencia, ahorros, donaciones, suscripciones, ropa, regalos, membresías de gimnasios, medicamentos, pagos de préstamos, facturas telefónicas y todos los otros gastos que tengas. 
• Utiliza herramientas para hacer presupuestos como Mint o YNAB y optimiza la gestión de tus finanzas.
• Audita y evalúa periódicamente tu presupuesto para garantizar su cumplimiento y hacer los ajustes necesarios. Esta es otra instancia en la que algo “suficientemente bueno” supera a algo “perfecto” en largo plazo. 

Sé constante cuando se trata de ahorros. El interés compuesto te ayudará a aumentar tus ahorros y te pondrá en el camino correcto para financiar las inversiones más grandes de la vida o ahorrar para la jubilación. Si ahorras una parte de su salario cada mes, incluso si parece insignificante, puede aumentar tu patrimonio neto con el tiempo. 

• Prueba una calculadora de interés compuesto para ver cómo pequeños pagos mensuales destinados a tus ahorros pueden sumar a lo largo de 5, 10, 20 o 40 años.
• Ahorra todos los meses sin falta. Aunque es mejor asignar un porcentaje de tu salario (por ejemplo, 20%), incluso pequeñas cantidades tendrán un impacto en el tiempo.

Sigue el progreso de tus finanzas. Establece objetivos económicos para diferentes periodos de tiempo: 1 mes, 12 meses, 5 años, 10 años, etc. Mide constantemente tu progreso hacia ellos y ajústalos en función de si estás cumpliendo tus objetivos.

• Utiliza el método de objetivos y resultados clave (OKRs en inglés) para establecer metas financieras como “Ahorrar $ 5000 por año” o “Reducir el gasto en comida y entretenimiento en un 10%”. 

Automatiza tus finanzas. Reduce la cantidad de tiempo que dedicas a todo: desde pagar facturas hasta elaborar presupuestos, por medio de la automatización. 

• Configura transferencias automáticas mensuales desde tu cuenta corriente hacia tus cuentas de ahorros e inversiones. 
• Configura pagos automáticos de facturas como la del teléfono, internet, tv y más. Esto te ayudará a evitar pagos atrasados y a eliminar la molestia de los pagos manuales. 
• Usa Mint para ordenar todas las transacciones de tus tarjetas de débito y crédito en categorías que coincidan con tu presupuesto. Si te estás acercando al 100% de tu presupuesto en una categoría específica antes de fin de mes, recibirás una notificación en tu teléfono.

Relaciones

Las relaciones con amigos y familiares son lo más importante que podemos cultivar en la vida. En sus entrevistas a personas de más de 90 años, Lydia Soh descubrió esto en sus conversaciones:

“Sus alegrías y remordimientos no tienen nada que ver con sus carreras, sino con sus padres, hijos, cónyuges y amigos.”

Ella descubrió que la gente deseaba haber “amado más” y no “haber logrado más”. Al seguir este consejo mientras tenemos el tiempo, podemos vivir vidas más satisfactorias y minimizar futuros arrepentimientos en la vida.

Organiza tu vida social

[Aplica las lecciones de Planificación y Repetición en lugar de perfección.]

Haz tiempo para tus salidas sociales. Entre más mayores y ocupados estamos, menos tiempo parece haber para salidas nocturnas y citas espontáneas con amigos. Reserva tiempo proactivamente para compartir con las personas que quieres, en lugar de esperar a que los planes se armen solos.

• Encárgate de organizar cenas con amigos y sacar tiempo para socializar con otros. Cuidar los detalles sirve muchísimo. 
• Programa salidas nocturnas con tu pareja en el calendario.
• Suscríbete a newsletters y blogs locales que compartan eventos baratos a los que puedas asistir con tu familia en tu ciudad.
• Tómate en serio eso de “vernos un día de estos” y, literalmente, envíales a tus amigos invitaciones de Google Calendar. 
• Cuando estés con amigos, decide una fecha y hora para la siguiente reunión antes de que la gente se vaya. 

Ve a tus amigos y familiares con regularidad. ¿Cuántas veces saludas a un ser querido con la frase “¡cuánto tiempo!”? Acorta los periodos entre una y otra reunión con amigos y familiares comprometiéndote a hacerlo tan regularmente como sea posible.

• Redefine tu concepto de socialización. En lugar de largos desayunos o cenas, prueba a hacer cosas cotidianas con tus amigos y familiares: hagan trámites, ejercicio, comidas o maratones de televisión o cine juntos, y ayúdales con sus tareas domésticas (armar muebles, pintar su casa, hacer mudanzas). 
• Para las relaciones a larga distancia, haz video llamadas y video chats para disminuir el tiempo que pasan sin verse. Estas opciones pueden ser buenos sustitutos de las reuniones cara a cara. Ten en cuenta que las interacciones pasivas en redes sociales como Facebook e Instagram no proporcionan el mismo nivel de conexión. 

Viajes

Explorar lugares nuevos puede añadir variedad a la vida y enseñarte cosas nuevas sobre otras culturas. Pero entre los tiquetes de avión y las conexiones de vuelos, también puede ser estresante y costoso. Organizar tus aventuras puede traer tranquilidad, ya sea que estés descubriendo los canales de Ámsterdam o las atracciones de tu ciudad. 

Organiza tu viaje

[Aplica las lecciones de Planifica y Experimenta.]

Elimina el estrés de los viajes por medio de la planificación. Irte al aeropuerto con un bolso y comprar un tiquete para el siguiente vuelo que salga es perfecto para los personajes de una comedia romántica. Para el resto de nosotros, una cuidadosa planificación ayuda a evitar pasaportes vencidos o conexiones perdidas. También permite que una vez en el nuevo destino, sepas los puntos claves a visitar en lugar de quedar atrapado/a en trampas turísticas. 

• Haz una lista de verificación de viaje con todo lo que necesitas empacar. Viaja ligero y evita llevar cosas que “pudieras necesitar” (lo más seguro es que no necesites 4 mudas deportivas y 5 libros). De hecho, puedes probar los viajes minimalistas y llevar contigo un solo artículo de mano y uno personal (por supuesto, esto es más difícil con niños). Cuando hagas tu lista, revisa todo lo que necesitas para un día y captura todas las cosas específicas para un viaje que también vas a necesitar: pasaportes, seguro médico, almohada portátil, etc.
• Aunque gran parte de la diversión de viajar es la espontaneidad, asegúrate de planificar algunas visitas a las mejores atracciones locales. Utiliza YouTube, blogs de viajes, Instagram y reseñas de Google para ubicar los parques, restaurantes y atracciones mejor valoradas donde sea que vayas. Dependiendo de la duración de tu viaje, ten a mano una lista de 4 o 5 cosas que no puedes dejar de ver.

Prueba nuevos destinos de viaje. Aunque repetir puede ser agradable, intenta elegir lugares a los que nunca hayas ido. En lugar de repetir un paseo familiar anual al mismo destino, visita un lugar recóndito del planeta que pueda añadir emoción a tu rutina normal. 

• Pregunta a tus amigos, familiares y colegas cuáles son sus destinos de vacaciones favoritos. A menudo la gente está ansiosa por contarte sus viajes y puede darte información de primera mano sobre qué hacer y todo lo que debes saltarte. 
• Ahorra dinero y haz de los viajes un hábito semanal o mensual convirtiéndote en un turista en tu propia ciudad. Pocos de nosotros aprovechamos todo lo que ofrece el lugar donde vivimos. Busca restaurantes que hayan inaugurado hace poco y explora partes de la ciudad que no conozcas.

Decidir cómo organizar tu vida no se trata precisamente de a qué hora debes levantarte en la mañana o exactamente dónde debes guardar tus documentos importantes. En lugar de quedar atrapado/a en estos detalles, presta atención a los principios más significativos de llevar una buena vida. 

Al aprender el esquema para organizar tu vida, puedes aplicarlo a todas las áreas importantes de tu vida: hogar, trabajo, relaciones y todo lo demás. Puedes dejar de hacer malabares con bolitas y moverte al siguiente acto.

(Traducción: Angélica Puerto Tello)